Una evaluación es una “apreciación sistemática y objetiva de un proyecto, programa o política en curso o concluido, de su diseño, su puesta en práctica y sus resultados”. Se diferencia de la supervisión en que implica un juicio de valor sobre las actividades y sus resultados. Deben realizarse evaluaciones en la mayoría de los programas de reintegración; el tipo, el alcance, el momento y el enfoque de la evaluación dependerán del uso que se prevea dar a la evaluación.
Los principales objetivos de una evaluación son:
- Fomentar la rendición de cuentas y el aprendizaje;
- Informar a los interlocutores;
- Proporcionar conocimientos empíricos sobre lo que funcionó, lo que no funcionó y el por qué;
- Posibilitar la toma de decisiones informadas.
Los criterios de evaluación son normas que permiten valorar una intervención:
- Pertinencia: Medida en que los objetivos y las metas de una intervención permanecen válidos y pertinentes de acuerdo con la planificación original o como resultado de modificaciones posteriores.
- Eficiencia: Permite analizar en qué medida los recursos humanos, físicos y financieros se utilizan para llevar a cabo actividades y en qué medida estos recursos se transforman en productos.
- Eficacia: Medida en que un proyecto o programa logra los resultados previstos.
- Impacto: Criterio que permite evaluar los efectos a largo plazo, positivos y negativos, primarios y secundarios, que produce una intervención, ya sea de manera directa o indirecta y de forma intencionada o involuntaria.
- Sostenibilidad: Se refiere a la durabilidad de los resultados del proyecto o a la continuidad de los beneficios de un proyecto tras cesar el apoyo externo.
No todas las evaluaciones deben centrarse en los cinco criterios a la vez. Dependiendo del alcance de la evaluación, se utilizarán unos u otros criterios.
Los mecanismos de evaluación deben incorporarse al principio de la intervención y formar parte del plan de trabajo y el presupuesto de la iniciativa.
➔ Cómo definir el uso de una evaluación
Para comprender cómo elaborar una evaluación, primero es necesario determinar cómo se utilizarán en
definitiva los resultados de la evaluación. Para ello, cabe formular tres preguntas:
1. ¿Qué información se necesita? Ejemplos:
- Información sobre la pertinencia de los efectos o productos previstos y la validez del marco y el mapa
- de resultados
- Información sobre el estado de un efecto y los factores que influyen en él
- Información sobre la eficacia de la estrategia de asociación para la reintegración
- Información sobre el estado de la implementación del proyecto
- Información sobre el costo de una iniciativa en relación con los beneficios observados
- Información sobre las enseñanzas extraídas
2. ¿Quién utilizará la información? Los usuarios de las evaluaciones son diversos, pero generalmente pertenecen a una de las siguientes categorías: personal directivo superior, oficiales de programas o proyectos, y gestores. Otras partes que intervienen en el diseño y la implementación:
- Homólogos de los gobiernos nacionales, formuladores de políticas, planificadores de estrategias
- Donantes y otros financiadores
3. ¿Para qué se utilizará la información? Ejemplos:
- Para diseñar o validar una estrategia de reintegración
- Para realizar correcciones intermedias
- Para mejorar el diseño y la implementación de la intervención
- Para promover la rendición de cuentas
- Para tomar decisiones de financiación
- Para ampliar los conocimientos y la comprensión de los beneficios y las dificultades de la intervención
➔ Los tipos de evaluación se definen en función del calendario y el propósito de la evaluación, la persona encargada de llevarla a cabo y la metodología aplicada. Según el calendario y dependiendo del uso previsto, la evaluación puede llevarse a cabo antes del inicio de un proyecto (ex-ante), en las primeras etapas de la intervención (en tiempo real), durante la implementación de la misma (intermedia), al final de la intervención (final) y tras completarse las actividades previstas (ex-post).
Las evaluaciones pueden llevarse a cabo de manera interna o externa, individual o conjunta. La realización de evaluaciones individuales o conjuntas también depende de los recursos disponibles y de cuán participativa deba ser la evaluación. Es muy recomendable que la organización encargada de implementar las intervenciones en materia de reintegración participe en la evaluación
- Las evaluaciones internas son realizadas por el equipo de gestión del proyecto. Si se encomienda a una persona que no ha participado directamente en la conceptualización o implementación de la intervención, se tratará de una evaluación interna independiente. Si, por el contrario, la evaluación es realizada por las personas encargadas de la ejecución del programa o proyecto, se considerará una autoevaluación.
- Las evaluaciones externas se encomiendan a una persona externa, contratada generalmente por el donante o la organización encargada de la implementación. Estas evaluaciones obligan a contratar a consultores y, por lo tanto, pueden ser más costosas que las evaluaciones internas. Las evaluaciones externas son consideradas evaluaciones independientes.
A continuación, figuran algunas cuestiones generales que deben tenerse en cuenta al planificar y realizar evaluaciones. Las preguntas que se incluyen en el cuadro son meros ejemplos y no deben considerarse exhaustivas. Cada intervención requerirá preguntas específicas.
Cuadro 5.5: Cuestiones generales que deben tenerse en cuenta al planificar y realizar evaluaciones.
Pregunta | Orientación |
---|---|
¿Cómo se deben llevar a cabo las evaluaciones? |
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¿Qué preguntas se deben plantear durante la evaluación? |
Dependiendo del propósito de la evaluación, las preguntas deben abordar varias cuestiones por criterio, por ejemplo: Pertinencia:
Eficiencia:
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Eficacia:
Impacto:
Sostenibilidad:
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¿Cómo se extraen buenas prácticas? | Las evaluaciones promueven el aprendizaje y la extracción de buenas prácticas a través de la elaboración de estudios de casos que destacan buenas prácticas, los procesos de validación e, idealmente, la celebración de talleres con las partes interesadas. En el ámbito de la reintegración, se recomienda fomentar la participación de las personas que retornan y sus comunidades tanto en actividades de recopilación de datos como en talleres con el fin de intercambiar buenas prácticas. |
¿Cómo se deben utilizar y aprovechar los resultados de las evaluaciones? |
Los resultados de las evaluaciones deben examinarse y abordarse a través de:
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¿Cómo se comparten los resultados de las evaluaciones?? |
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En el anexo 4.C, se incluye un modelo de mandato de evaluación.
Un enfoque de evaluación muy útil para comprender mejor los efectos previstos e imprevistos de los programas de reintegración es el enfoque del cambio más significativo. Este enfoque consiste en generar y analizar relatos personales sobre el cambio y determinar cuál de esos relatos es el más significativo y por qué.
Para ello, se deben seguir tres pasos básicos:
- Decidir qué tipo de relatos se recabarán (o sobre qué temas, por ejemplo, cambios prácticos, efectos en materia de salud o empoderamiento);
- Reunir los relatos y determinar cuáles son los más significativos;
- Compartir los relatos y el debate sobre valores con los interlocutores y los beneficiarios para extraer enseñanzas de aquello que se considera valioso.
El enfoque del cambio más significativo no solo consiste en recabar y dar a conocer relatos, sino en extraer procesos asociados a esos relatos, sobre todo para conocer las similitudes y las diferencias entre lo que cada grupo y persona valora.