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Introducción
La asistencia para la reintegración basada en la comunidad consiste en brindar apoyo al entorno de las familias y los menores que retornan, y promover su participación en las comunidades de retorno con el objetivo de satisfacer sus necesidades y atender sus preocupaciones. Esta modalidad de asistencia aborda las necesidades, vulnerabilidades y preocupaciones tanto de las personas que retornan como de sus comunidades de acogida. Además, emplea las fortalezas y competencias de dichas personas y comunidades aprovechando los recursos y las capacidades ya existentes en la comunidad, y permite atenuar o afrontar cualquier tensión que pueda surgir entre ellos, al tiempo que fomenta la capacidad de la comunidad para que brinde apoyo de forma efectiva en la reintegración sostenible de los menores y las familias que retornan. Por ello, este capítulo 3 del presente módulo 6 examina diferentes métodos para involucrar a las comunidades en la protección de los menores, la salvaguarda de sus derechos y el fomento de su plena participación en diferentes ámbitos de la vida comunitaria.
6.3.1 La definición de “comunidad” y la participación comunitaria en relación con la protección de menores dirigida por las comunidades
Es primordial comprender la idiosincrasia de la comunidad y el contexto específico al que un menor o una familia podrían tener que retornar si se desea planificar y garantizar que tanto los menores como las familias puedan recibir asistencia una vez lleguen a sus comunidades de origen. El concepto de comunidad también puede abordarse desde un enfoque de ecosistemas, que afirma que cada menor que retorna forma parte de un sistema de actores que pueden favorecer u obstaculizar su reintegración. Por consiguiente, a la hora de diseñar y aplicar el plan de asistencia para la reintegración se habrá de tener en cuenta dicho sistema, que incluye:
- La familia y los compañeros.
- Las organizaciones de la sociedad civil y organizaciones religiosas y comunitarias.
- El sector público y privado.
- Las normas sociales.
En este sentido, cabe destacar que un enfoque en materia de asistencia para la reintegración a nivel comunitario con una perspectiva infantil se centra en la activación y la participación de las estructuras de protección de la infancia basadas en la comunidad —que engloban los mecanismos formales de protección de la infancia—, y en la contribución activa a las iniciativas que refuerzan y fortalecen las estructuras comunitarias que colaboran en la prestación de servicios para los menores, como la educación, la atención sanitaria y el apoyo psicosocial. Además, este enfoque también incluye el apoyo financiero a las actividades que engloban y congregan tanto a las personas que retornan como a las comunidades de acogida —sobre todo las que prestan especial atención a los menores, los jóvenes y las familias—, y las iniciativas que promueven la cohesión social, facilitando, de ese modo, la integración de los menores que retornan y sus familias.
Las estructuras formales de protección de la infancia suelen contar con el apoyo del Gobierno y las organizaciones de la sociedad civil. En cambio, los planteamientos dirigidos por las comunidades se centran en el empoderamiento que puede generar la propia comunidad y la promoción de los diálogos comunitarios y los procesos de toma de decisiones que tienen en cuenta las opiniones de los niños. Estos enfoques adoptan diversas formas, como comités de protección de la infancia, agrupaciones de líderes tradicionales, asociaciones de mujeres y organizaciones juveniles. La ventaja de los enfoques dirigidos por las comunidades es que consiguen que estas los asuman como propios y, además, contribuyen a establecer los parámetros relativos a la prestación de servicios disponibles. Asimismo, estos enfoques también limitan la posibilidad de poder sufrir daños y generan una mayor sostenibilidad al aprovechar los recursos y las capacidades de la comunidad ya existentes.
La Child Resilience Alliance ha elaborado una guía titulada Guide for Supporting Community Led Child Protection Processes y un manual denominado Toolkit for Reflective Practice que ofrecen orientaciones relacionadas con los enfoques sostenibles de protección de la infancia dirigidos por las comunidades. Dicho manual establece los criterios, que se enumeran a continuación, y que se han de respetar si se desea adoptar un enfoque de protección de la infancia dirigido por la comunidad74, que puede resultar útil a la hora de diseñar, implementar, supervisar y llevar a cabo el seguimiento de programas de reintegración:
- La comunidad identifica el problema relacionado con la protección de la infancia que cabe abordar (reintegración).
- La comunidad decide cómo abordar dicho problema (enfoque integrado).
- La comunidad determina qué capacidades y recursos locales es preciso utilizar.
- La comunidad concibe las medidas que cabe adoptar.
- La comunidad aplica las medidas adoptadas.
- La comunidad evalúa, por sí misma, las medidas aplicadas.
- Prácticamente, no es necesario recurrir a facilitadores o agentes externos.
- La participación comunitaria es inclusiva.
- La comunidad asume la responsabilidad del proceso.
- No es necesario recurrir a personas ajenas a la comunidad.
6.3.2 Evaluaciones comunitarias con una perspectiva infantil
El Manual sobre reintegración de la OIM propone centrarse en los factores que impulsan la migración, las percepciones comunitarias, el análisis de los sistemas económicos y la recopilación de información sobre los interlocutores y los servicios, así como en el resto de factores sociodemográficos que se describen en el cuadro 3.1 que figura más adelante, con el fin de realizar una evaluación exhaustiva o crear un perfil detallado de la comunidad que incorpore una perspectiva infantil y tenga en cuenta el contexto específico. Este tipo de evaluaciones o perfiles ayudan a definir los criterios que se deben tener en cuenta para la elaboración de programas de reintegración y la adopción de un enfoque en materia de reintegración adecuado. Por todo ello, cabe señalar que las evaluaciones comunitarias:
- Permiten analizar exhaustivamente el entorno del menor más allá de la familia.
- Ponen de manifiesto las vulnerabilidades y fortalezas que existen en el entorno y la manera en que pueden favorecer o limitar la reintegración sostenible.
- Se centran en las necesidades de desarrollo de los menores, al tiempo que recopilan información sobre los recursos que existen en las comunidades para apoyar su desarrollo.
- Sirven para identificar los posibles riesgos y las dificultades asociados a las intervenciones dirigidas por las comunidades que, en caso de abordarse, deberán ser objeto de examen de forma periódica.
- Constituyen una buena forma de valorar cualquier posible fuente de conflicto o tensión entre los menores y las familias que retornan y las comunidades de acogida.
- Se revisan y actualizan frecuentemente en cooperación con los actores locales para reflejar los cambios, las dificultades y los riesgos emergentes, o las nuevas oportunidades.
Cuadro 6.1: Posibles preguntas de investigación para evaluar una comunidad en profundidad con una perspectiva infantil
Fase | Posibles preguntas de investigación | Métodos de recopilación de datos |
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Perfil comunitario | Causas de la migración
1. ¿Qué función desempeña la movilidad de los menores en la comunidad? (Pasado y presente) 2. ¿Cuáles son los principales factores que impulsan la migración de los menores, los jóvenes y las familias? (Dimensiones económica, social, política, ambiental, estructural, de gobernanza y de seguridad) 3. ¿Cuáles son las motivaciones personales para decidir retornar? ¿Se adopta dicha decisión de forma voluntaria? 4. ¿Qué función cumple la toma colectiva de decisiones relativas a la migración? 5. ¿Cuáles son los principales actores que influyen en la toma de decisiones relativas a la migración? 6. ¿Qué factores afectan a la migración irregular de los menores y las familias? |
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Programa de reintegración
1. ¿Qué factores impiden o facilitan la reintegración de los menores en las dimensiones económica, social y psicosocial? 2. ¿Qué tipo de apoyo (económico, social y psicológico) necesitan los menores y las familias para que la reintegración sea sostenible? 3. ¿Cuáles son los actores adecuados para llevar a cabo estas actividades? |
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Percepciones comunitarias
1. ¿Cuáles son las fuentes de tensión y las fuentes de capital social en el ecosistema? 2. ¿Cómo perciben los miembros de la comunidad a sus congéneres? 3. ¿Qué acontecimientos principales han moldeado la comunidad en el pasado reciente y el pasado más distante? 4. ¿Cuál es el grado de concienciación respecto de los migrantes y los menores, los jóvenes y las familias que retornan y qué actitudes existen hacia ellos? 5. ¿Cuáles son las percepciones de la comunidad respecto de los migrantes y las personas que retornan como actores del ecosistema? 6. ¿Cómo interactúan los miembros de la comunidad con las personas que retornan y cómo interactúan las personas que retornan con los miembros de la comunidad? |
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Análisis de los sistemas económicos
1. Identifique oportunidades concretas e inmediatas de empleo, generación de ingresos y autoempleo. 2. Identifique oportunidades concretas e inmediatas para lograr un mayor acceso a servicios y protección social de calidad. |
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Recopilación de información sobre los los interlocutores y los servicios |
1. ¿Quiénes son los interlocutores que participan directa e indirectamente en la prestación de apoyo para la reintegración en los niveles nacional y local? 2. ¿Cómo interactúan y se coordinan? 3. ¿Qué proyectos comunitarios existentes están relacionados con la reintegración en general y cuáles guardan relación con la reintegración de los menores y jóvenes en particular? 4. ¿Qué mecanismos de derivación existen en diferentes niveles (individual, comunitario, regional, nacional) que pueden apoyar las actividades de reintegración? 5. ¿Qué servicios están disponibles para los menores y las familias migrantes que podrían apoyar las actividades de reintegración? 6. ¿Qué enfoques complementarios existen? ¿Quiénes los aplican? 7. ¿Existen oportunidades para concertar nuevas asociaciones o fortalecer las existentes con el fin de apoyar las actividades de reintegración? |
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Evaluación de las capacidades |
1. ¿Qué recursos humanos y financieros existen para que los interlocutores intervengan en las tres dimensiones (económica, social y psicosocial) y los tres niveles (individual, comunitario y estructural) de la reintegración? 2. ¿Qué actividades de fortalecimiento de la capacidad se requieren para apoyar a los asociados de manera eficaz en la prestación de asistencia para la reintegración? |
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6.3.3 Proyectos de reintegración económica basados en la comunidad
En las comunidades que cuentan con recursos formales limitados pueden existir pocas oportunidades de estudiar o trabajar, algo que conlleva un alto riesgo de que los menores y los jóvenes no puedan asistir a la escuela, estén desempleados o subempleados, o tengan algún conflicto con las autoridades. Esta situación puede generar un sentimiento de desamparo y, cuando se combina con otros factores de riesgo, puede actuar como un factor que impulsa la migración o que conduce a la adopción de estrategias de adaptación negativas e, incluso, a la aparición de pensamientos o comportamientos suicidas. En estos contextos en que los recursos económicos son limitados, los padres pueden experimentar dificultades a la hora de encontrar un empleo y tener que afrontar retos considerables para satisfacer las necesidades básicas de sus hijos, como una cantidad adecuada de alimentos y el acceso a la atención de la salud y la educación. Asimismo, es posible que tampoco sean capaces de apoyar emocionalmente a su familia, ya que ellos mismos pueden ser objeto de discriminación y exclusión social cuando tratan de adaptarse a su nuevo entorno.
La asistencia económica para la reintegración a nivel comunitario debe tener en cuenta las necesidades económicas y las oportunidades a las que se puede acceder a nivel comunitario y cómo ambas pueden verse condicionadas por el retorno de los menores y las familias. El objetivo debe ser reducir la vulnerabilidad de la comunidad en su conjunto ante las crisis económicas, al tiempo que se fomenta el diálogo, la cohesión social y el empoderamiento, lo que hace necesaria la implementación de estrategias a corto y largo plazo. En este sentido, cabe subrayar que es probable que el hecho de apoyarse en los conocimientos locales para orientar las intervenciones, promover la participación de los migrantes que retornan y las poblaciones que no han migrado y vincularlos con los planes de desarrollo local fomente la sostenibilidad. Los enfoques programáticos pueden incluir la creación de perfiles comunitarios con el fin de evaluar las necesidades y prioridades, recopilar información sobre las iniciativas e intervenciones existentes que cuenten con la participación activa de las personas que retornan y los miembros de la comunidad que no han migrado, analizar las tendencias del mercado laboral, e identificar las oportunidades de trabajo cualificado y aquellas que exijan poca cualificación en el contexto local, incluidas la formación profesional, la mentoría y las oportunidades de aprendizaje profesional. Las asociaciones con entidades del sector privado consagradas a la creación de empleo o el establecimiento de vínculos de colaboración con el sector público a fin de ejecutar proyectos de desarrollo, como la construcción de carreteras, son algunos ejemplos prácticos que pueden llevarse a cabo para lograr la reintegración económica (consulte el módulo 3 del Manual en el que se examinan las actividades colectivas de generación de ingresos, las actividades de medios de sustento y desarrollo local basadas en la comunidad, y las actividades comunitarias de apoyo financiero que permiten organizar la prestación de asistencia económica para la reintegración a nivel comunitario).
La clave de la prestación de una asistencia económica para la reintegración que tenga en cuenta las necesidades de los menores consiste en evaluar qué tipo de asistencia económica para la reintegración ayudará a que el menor alcance el mayor éxito posible. Esto hace necesario llevar a cabo una evaluación pluridimensional que no solo tenga en cuenta qué tipo de asistencia económica es la más aconsejable para los adultos del hogar que trabajan, sino también cómo pueden emplearse los ingresos de los medios de sustento en el mejor interés de los menores. Asimismo, las evaluaciones encaminadas a mejorar los recursos económicos pueden incluir las oportunidades de acceso a la salud, educación y capacitación, fomentar la participación de los menores y las familias en el proceso de evaluación, y analizar la situación económica de la familia y el menor con el fin de determinar la asistencia económica para la reintegración que necesitan.
Este tipo de evaluaciones son más apropiadas si las lleva a cabo un equipo multidisciplinario que trabaje con todos los miembros de la familia. Dicho equipo puede estar integrado en una estructura comunitaria o que esté dirigida por la comunidad que guarde relación o forme parte de una estructura formal o informal de protección de la infancia. La recopilación de información sobre los interlocutores y los servicios, que es un aspecto que debería formar parte del proceso de evaluación de la comunidad con una perspectiva infantil, puede servir para identificar las estructuras existentes. Además, en la práctica, este equipo multidisciplinario puede formar parte de una Oficina en el terreno conjunta que se dedique a la protección de la infancia y el fortalecimiento de la capacidad económica. El objetivo de estas evaluaciones puede ser determinar las competencias específicas necesarias en la comunidad mediante un análisis del mercado, analizar cuál es el uso más apropiado que se puede hacer de los recursos disponibles a nivel individual, familiar o comunitario, e incorporar la revisión de las estrategias identificadas.
Programa de reintegración basado en la comunidad: Oficina de la OIM en Nigeria
La Oficina de la OIM en Nigeria presta apoyo a un programa de reintegración basado en la comunidad que se lleva a cabo en las comunidades donde hay un gran número de migrantes que retornan y familias. Este programa es un ejemplo de asistencia social y económica para la reintegración a nivel comunitario que se centra en promover el acceso a las oportunidades sociales, psicosociales y económicas en las comunidades de retorno, así como en mejorar su disponibilidad, beneficiando, de ese modo, tanto a los migrantes que retornan como a otros miembros de la comunidad. En este sentido, cabe mencionar que los beneficiarios de este programa son tanto las personas que retornan como los migrantes potenciales (jóvenes desempleados), puesto que dicha asistencia trata de responder a las necesidades de la comunidad local.
La OIM realizó una evaluación en 18 circunscripciones de los gobiernos locales en Nigeria con el fin de orientar la elaboración de una intervención en el ámbito de la reintegración basada en la comunidad. Esta evaluación identificó los diferentes riesgos y necesidades que existían en las comunidades donde residía un elevado número de migrantes y personas que retornaban, así como los proyectos que eran viables. Además, se agrupó a las personas que retornaban y los migrantes potenciales según sus competencias, intereses y ubicación dentro de la comunidad, y se les impartió una capacitación inicial para el desarrollo de competencias empresariales, seguida de un curso de formación práctica y profesional especializada en función del tipo de proyecto de reintegración basado en la comunidad implementado. La creación de estos grupos permitió congregar a personas que habían retornado y que vivían alejadas de otros migrantes en su misma situación de retorno, o que habían sido identificadas como especialmente marginadas, con el fin de reducir su aislamiento y el estigma social al que algunas de ellas tenían que hacer frente en sus comunidades.
El programa de reintegración basado en la comunidad instaló plantas de procesamiento de piña y mandioca en los lugares en los que se había decidido crear oportunidades de empleo para las personas que retornaban y los jóvenes desempleados de la comunidad. El proyecto también beneficiaba de forma indirecta a los agricultores, los miembros de las familias beneficiarias y otros miembros de la comunidad, puesto que les permitía reducir las prácticas de migración peligrosas e irregulares, y mejorar sus oportunidades de medios de sustento. La reintegración basada en la comunidad también promueve un modelo de asociación público-privada e involucra a agentes cualificados y que cuentan con la experiencia necesaria del sector privado con el fin de que forjen alianzas y supervisen la gestión y puesta en marcha de los proyectos durante un periodo de tiempo predeterminado, si bien las cooperativas —formadas por personas que retornan y migrantes potenciales— mantienen la titularidad de los proyectos implementados. Siguiendo esta misma senda, se debe subrayar que el establecimiento de este tipo de asociaciones fomenta el buen funcionamiento de las instalaciones de elaboración de productos agrícolas, ya que aprovechan la experiencia en materia de gestión del sector privado y su posición actual en el mercado para eludir las dificultades relacionadas con la penetración en el mercado y los requisitos de inversión.
Los miembros vulnerables de la comunidad que no habían migrado se beneficiaron de forma directa del empleo creado para su grupo específico, pero también indirectamente a través de la prestación de asistencia en materia de concienciación y medios de sustento, ya que las plantas de procesamiento generarían una demanda estable para los hogares que se dedicaban a la agricultura al adquirir sus productos y evitarían, de ese modo, las pérdidas de rentabilidad al impedir que los precios bajaran durante la temporada de cosecha, así como las asociadas con la naturaleza perecedera de dichos productos. El proyecto consiguió que los agricultores y otros colectivos que se beneficiaron de la reintegración basada en la comunidad redujeran las prácticas de migración peligrosas e irregulares. Entre los principales logros alcanzados por el programa se pueden destacar la toma de conciencia por parte del Gobierno para la cesión de terrenos en los que llevar a cabo el programa de reintegración basado en la comunidad, el fortalecimiento de las alianzas con el sector privado a fin de promover los planes de empleo colectivos y el acceso de las personas que retornaban al capital social, y la creación de una cooperativa integrada por migrantes que habían retornado cuyo objetivo era defender y representar sus intereses colectivos.
mejores resultados:
- Realizar evaluaciones que permitan determinar y priorizar los lugares en los que deben implementarse proyectos de reintegración basados en la comunidad.
- Fortalecer las asociaciones con el sector privado a fin de fomentar las oportunidades de empleo.
- Incluir en las intervenciones tanto a las personas que retornan como a los miembros de la comunidad.
6.3.4 Proyectos de reintegración social basados en la comunidad
La reintegración social a nivel comunitario se centra en mejorar el acceso a los servicios sociales, así como su disponibilidad, y fomentar la cohesión social en las comunidades de retorno. La reintegración a nivel comunitario ayuda a las personas que retornan a acceder a los servicios que necesitan y, además, los pone en contacto con otros migrantes en su misma situación de retorno que tienen necesidades y vulnerabilidades similares. Las intervenciones consagradas al fortalecimiento de la familia conceden prioridad a su participación, así como a su empoderamiento y desarrollo, y consolidan las políticas centradas en la familia, incluidos el acceso a los servicios de apoyo comunitarios y la asistencia para la crianza de los hijos y la dirigida por los padres75, al empoderar a las familias para que ayuden a los menores a socializar y conocer en profundidad su cultura, religión e identidad. Asimismo, la participación comunitaria también puede contribuir a cambiar las normas que ponen a los menores y las familias en situación de riesgo mediante la inclusión de las escuelas, los líderes de las comunidades y las estructuras comunitarias con el fin de potenciar el apoyo sostenible de la comunidad76.
Los trabajadores de los servicios sociales, los gestores de casos, las organizaciones de la sociedad civil u otros interlocutores que participan en la reintegración pueden ponerse en contacto con las intervenciones comunitarias con el fin de prestar apoyo en la promoción del acceso a la vivienda o el establecimiento de modalidades de atención adecuadas para los menores, especialmente en aquellos casos en que la comunidad haya recibido a un gran número de personas que retornan. Asimismo, este tipo de intervenciones también pueden fomentar el acceso a la educación, el desarrollo de competencias y la capacitación a través de la realización de evaluaciones que permitan cuantificar el nivel académico de los menores que retornan, así como facilitar información sobre su colocación, con miras a complementar sus titulaciones académicas y los certificados de capacitación de los países de acogida, cuando estén disponibles, o mediante el establecimiento de itinerarios académicos flexibles cuando no sea posible volver a matricularse en la educación formal. Por su parte, el acceso a la atención de la salud —incluidos los servicios de salud mental y de apoyo psicosocial— y a los mecanismos de justicia suele ser una de las principales preocupaciones de los menores y las familias que retornan a sus comunidades, así como la seguridad pública y las infraestructuras. En este sentido, cabe indicar que los proyectos pueden prestar apoyo directo para responder a las necesidades de salud de los menores que retornan abordando las barreras legales y prácticas que deben afrontar para poder acceder a la atención sanitaria, cubriendo las necesidades de capacitación de los profesionales de la salud, proporcionando equipos, mejorando las infraestructuras y elaborando materiales didácticos del ámbito de la salud para la comunidad, especialmente en lo que se refiere a enfermedades infecciosas. Por último, es necesario destacar que el acceso a la justicia puede promoverse de forma colectiva abordando los obstáculos existentes relacionados con la obtención del registro de nacimiento y otros documentos de los menores que pueden resultar necesarios para poder beneficiarse de la prestación de determinados servicios.
6.3.4.1 Alianzas comunitarias para la prestación de asistencia
Este tipo de alianzas están constituidas por grupos de personas y organizaciones a nivel local que se asocian con el propósito común de ampliar y mejorar la atención a los miembros más vulnerables de las comunidades. Además, las alianzas comunitarias para la prestación de asistencia se han forjado en diversos países con el fin de complementar la labor de los trabajadores de los servicios sociales formales en lo que respecta a la atención de las necesidades de los menores y las familias vulnerables. Dichas alianzas representan un recurso valioso para la prestación de asistencia económica y social a las familias, así como para promover el acceso a los servicios. En Etiopía, por ejemplo, estas alianzas han demostrado ser una importante fuente primaria de apoyo para los menores y las familias que retornan en las comunidades rurales remotas.
Alianzas comunitarias para la prestación de asistencia en Etiopía
En Etiopía, las alianzas comunitarias para la prestación de asistencia se establecen a nivel del kebele (la unidad administrativa gubernamental más pequeña) y congregan a diversos interlocutores, como líderes tradicionales, jóvenes, docentes, trabajadores sociales, trabajadores del ámbito de la salud, líderes religiosos, agrupaciones de mujeres y autoridades encargadas de la aplicación de la ley. Asimismo, representan sistemas comunitarios de apoyo que movilizan recursos mediante la recaudación de aportaciones mensuales que realizan los miembros de la comunidad que pueden asumirlas. También se anima a dichos miembros a contribuir en especie a dichas alianzas, por ejemplo, a través de la aportación de cosechas o la prestación de apoyo práctico, como mano de obra. Los activos recaudados se distribuyen entre las familias vulnerables que los necesitan, salvaguardando, de ese modo, el acceso a la salud y la educación y el bienestar de los menores. Además, su estructura de gobernanza, que se adapta en función del contexto local, consta de un grupo de trabajo presidido por la administración local y de diversos comités, entre los que se encuentran un grupo ejecutivo conformado por personal permanente, un grupo voluntario que se encarga de realizar las auditorías o al que se le asigna el desempeño de funciones financieras, y comités temáticos especializados que se centran en llevar a cabo intervenciones concretas, como la movilización de recursos, la mejora del acceso a la justicia (profesionales parajurídicos) o a planes de protección social, etc.
El Gobierno de Etiopía y el UNICEF brindan apoyo y aportan fondos a las alianzas comunitarias para la prestación de asistencia, puesto que representan valiosos sistemas de apoyo social que protegen a los menores a nivel local, los ponen en contacto con otros servicios de protección de la infancia y se encargan de su derivación a los mismos. Por ejemplo, se consideró que una familia de cinco miembros —que incluía al marido, la mujer y sus tres hijos en edad escolar— se encontraba en una situación de vulnerabilidad y necesitaba asistencia. El kebele y las alianzas comunitarias para la prestación de asistencia intervinieron para brindar apoyo práctico a dicha familia y ponerla en contacto con los servicios correspondientes. La familia recibió dinero en efectivo de una de las alianzas con el fin de que los hijos pudieran seguir asistiendo a la escuela. Asimismo, se realizó una evaluación de su situación económica que reveló que, aunque vivía en una casa alquilada, poseía un terreno, pero que no podía asumir los costos asociados con la construcción de una casa en el mismo, así que esta alianza comunitaria para la prestación de asistencia movilizó a los miembros de la comunidad para que les construyeran una modesta casa de dos habitaciones que estaría rodeada de hermosas plantas. Esta intervención no solo proporcionó una vivienda a la familia, sino que hizo posible que permaneciera unida.
Además, dicha alianza puso en contacto a la familia con los servicios sociales de la Oficina de la Mujer, la Infancia y la Juventud, y los servicios de salud del centro médico local. De este modo, la familia pudo recibir atención sanitaria de un centro médico que trabajaba en estrecha colaboración con la alianza comunitaria para la prestación de asistencia. Ello fue posible gracias a la derivación realizada por un trabajador de los servicios comunitarios que fue destinado al kebele para identificar a las familias vulnerables que necesitaban hacer uso de los servicios de protección de la infancia. El centro médico se considera uno de los activos de la comunidad, ya que proporciona atención médica gratuita a los miembros de la comunidad del mencionado kebele.
El trabajador social de la Oficina Regional de la Mujer, la Infancia y la Juventud brindó apoyó al marido para que pudiera conseguir un trabajo a tiempo parcial, puesto que había alcanzado un mayor nivel de cualificación. Este trabajo le permitió empezar a ganar lo suficiente como para mantener a su familia. Gracias a estas intervenciones, uno de los hijos pudo completar la enseñanza secundaria y obtener un puesto de profesor a tiempo parcial.
mejores resultados:
- Brindar, a través de las autoridades nacionales, apoyo a las alianzas comunitarias para la prestación de asistencia con el fin de fortalecer su capacidad a nivel local.
- Determinar con qué activos se cuenta a nivel local y emplearlos para promover la prestación de asistencia para la reintegración a través de un enfoque dirigido por la comunidad.
- Incluir a miembros de la comunidad local en las alianzas para la prestación de asistencia, puesto que disponen de una perspectiva que les permite identificar las vulnerabilidades, necesidades y fortalezas.
- Establecer mecanismos de derivación a los servicios disponibles en la comunidad adecuados, y mantenerlos actualizados.
6.3.5 Apoyo psicosocial y de salud mental a nivel comunitario
Según se explicó en el capítulo 6.2, los menores y las familias poseerán tal nivel de resiliencia que podrán reintegrarse con éxito. Los servicios de apoyo psicosocial y de salud mental consagrados a la reintegración que se centran en la prestación de servicios básicos, así como en brindar apoyo a las familias y las comunidades, pueden constituir recursos útiles para los menores y las familias que retornan. Las actividades de apoyo psicosocial y de salud mental basadas en la comunidad deben tratar de que los menores establezcan vínculos con sus compañeros, así como intentar reforzar la relación con sus cuidadores y promover la integración social de los menores y las familias en sus comunidades. Además, también pueden incluir iniciativas de sensibilización a fin de contrarrestar los posibles estigmas y fomentar un entorno acogedor e integrador. Al colmar las necesidades de apoyo psicosocial y de salud mental de los niños más pequeños y sus cuidadores, y prestar apoyo a los programas de crianza de los hijos y a los docentes es posible ofrecer una respuesta adecuada a las necesidades de desarrollo de los menores que retornan.
Cabe señalar que colaborar con el personal de los servicios sociales y fortalecer su capacidad promueve la prestación de apoyo psicosocial y de salud mental a nivel comunitario. Por lo tanto, dicho fortalecimiento de la capacidad de los proveedores de apoyo psicosocial y de salud mental debería complementar el desarrollo de las aptitudes del personal de los servicios sociales a nivel comunitario. Esto significa reforzar tanto los servicios sociales y de asesoramiento como los de enseñanza y salud —incluidos los servicios de salud mental— con el fin de responder a las necesidades de los menores que retornan, y también centrar los esfuerzos en el fortalecimiento de una capacidad específica que permita prestar apoyo psicosocial y de salud mental (asesoramiento, psicología clínica, etc.) en los entornos en que se carezca de ella.
Todo ello puede lograrse mediante la concepción de intervenciones en materia de apoyo psicosocial y de salud mental dirigidas a los cuidadores y los menores y, posteriormente, implicando a los facilitadores de la comunidad (que también habrán de ser padres) en el desarrollo e implementación de dichas intervenciones. Conviene destacar que los grupos generados como resultado de estas intervenciones pueden:
- Ampliar la red de apoyo social y ayudar a generar un sentimiento de comunidad. Muchos padres expresan que se sienten aislados y que son los únicos que experimentan esas situaciones, pero el hecho de participar en estos grupos sirve para contrarrestar dichas opiniones.
- Aprovechar los recursos especializados en materia de apoyo psicosocial y de salud mental existentes, promoviendo, de ese modo, el acceso a estos servicios por parte de las comunidades desatendidas.
- Proveer un espacio seguro, generando, así, oportunidades para ensayar nuevas formas de aumentar su visibilidad, de relacionarse con otras personas y de comprender la dinámica de las relaciones interpersonales, puesto que muchos padres ya no son capaces de confiar en otros padres, anticipan pensamientos de estar siendo juzgados y emiten juicios de valor sobre sí mismos en relación con la forma de criar a sus hijos.
Las intervenciones grupales pueden incluir actividades artísticas y musicales o la danza, y deben aprovechar las costumbres de las comunidades para establecer vínculos. El estudio de caso que se presenta más adelante muestra de qué manera se utilizó esta metodología en Colombia. En dicho estudio de caso, el contexto comunitario que se presenta es similar a muchos otros contextos a los que los menores y las familias pueden tener que retornar en su país de origen, es decir, en los que existen recursos limitados para la prestación de asistencia para la reintegración, altos niveles de desplazamiento o migración, elevados índices de violencia, o factores económicos que perturban la cohesión social. Esta metodología puede constituir un recurso valioso a la hora de brindar apoyo a los padres que retornan y se reencuentran con los hijos que habían dejado al cuidado de otros familiares y que pueden experimentar dificultades para volver a establecer vínculos con ellos. La impartición de capacitaciones para los facilitadores de estas actividades grupales, que se centran en el fortalecimiento de las relaciones familiares, ayuda a establecer un recurso complementario de la red de derivación consagrado a brindar apoyo para la reintegración sostenible, al tiempo que promueve la cohesión social mediante la creación de espacios en los que la comunidad puede reunirse para adquirir las competencias mencionadas anteriormente.
Intervención colectiva de psicoterapia para padres e hijos en Tumaco (Colombia)
En Tumaco (Colombia), las comunidades se ven expuestas a conflictos armados, lo que provoca constantes desplazamientos. Esta situación puede tener graves consecuencias sobre la salud mental y el bienestar psicosocial de los menores a medida que crecen, que, además, perdurarán una vez que se conviertan en padres. A fin de salvaguardar el desarrollo de los menores en estas comunidades afectadas por la violencia, el Dr. Andrés Moya, de la Universidad de los Andes, dirigió una investigación, en colaboración con la Universidad de California, que creó “Semillas de Apego”, una intervención psicosocial colectiva para cuidadores habituales y niños menores de cinco años.
Este programa ha sido desarrollado gracias al trabajo de Alicia Lieberman y Vilma Reyes, quienes adaptaron la psicoterapia para padres e hijos a un modelo de grupo fundamentado en el contexto socioeconómico, geopolítico y cultural de dos comunidades colombianas. Su objetivo es fomentar los vínculos que promueven un desarrollo emocional saludable en circunstancias adversas entre los padres e hijos, analizar las formas en que las experiencias influyen en la crianza de los hijos, aumentar la conciencia de los cuidadores y restablecer la confianza en la comunidad. Esta intervención colectiva se basa en el precepto de que el mejor indicador para predecir cómo afrontarán los menores las experiencias angustiosas es la forma en que sus padres o cuidadores afrontan dichos acontecimientos. La intervención consta de 15 sesiones que incluyen temas y ejercicios cuya finalidad es generar confianza dentro del grupo, fomentar la reflexión, la adquisición de conocimientos y el desarrollo de estrategias para restablecer los vínculos entre padres e hijos, y fortalecer la capacidad de los padres con el fin de que puedan satisfacer las necesidades de desarrollo de sus hijos.
Los grupos creados en Tumaco fueron coordinados por facilitadores locales que recibieron capacitación por parte del equipo clínico que dirigió el proyecto piloto en Bogotá. Asimismo, se designó a un supervisor entre los facilitadores de los grupos de Tumaco, que, posteriormente, dirigió los cursos de capacitación para formadores de un grupo de futuros facilitadores. Todos los facilitadores eran padres y confirmaron que habían mejorado su comprensión sobre su relación con sus hijos y que esta, incluso, se había visto reforzada. Recibieron capacitación sobre los principios de la psicoterapia para padres e hijos, así como sobre la teoría del trauma y la dinamización de grupos. Además, también fueron objeto de una supervisión reflexiva que les permitió analizar sus propias pautas de crianza, aplicar las teorías y llevar a cabo las diferentes actividades que habían aprendido, y experimentar las sensaciones que se generan tras participar en un espacio dedicado a la reflexión con el fin de poder recrearlo con los participantes del grupo.
Como parte del estudio clínico y el proyecto piloto de la intervención en Colombia, se cuantificaron determinados parámetros tanto antes como después de llevar a cabo dicha intervención. Entre los resultados que se obtuvieron con respecto a los padres y los hijos cabe mencionar los siguientes:
- Reducción de los síntomas graves de ansiedad y depresión de los cuidadores.
- Disminución de los niveles de estrés de los padres.
- Mejoría con respecto a la eficacia parental autopercibida (satisfacción con la crianza ofrecida). Mejora de las relaciones entre los padres e hijos.
- Reducción de los síntomas relacionados con los traumas, así como de la desregulación emocional y el deterioro de las competencias cognitivas, sociales y del lenguaje en los niños.
mejores resultados:
- Seleccionar a facilitadores de grupos que conozcan y formen parte de la comunidad, e impartir la capacitación adecuada.
- Impartir capacitación en el empleo y ofrecer orientación a fin de garantizar la implementación adecuada del modelo.
- Adaptar el modelo tanto al marco cultural concreto como al contexto específico.
Sírvase consultar el siguiente enlace para obtener más información: https://uniandes.edu.co/en/news/ regional-development/sowing-the-future-in-a-land-of-violence.
74 M. G. Wessells, A Guide for Supporting Community-led child Protection Processes, Child Resilience Alliance (Nueva York, 2018).
75 Grupo de Trabajo de la Asamblea General de las Naciones Unidas, Recomendaciones fundamentales para la Resolución 2019 de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño con eje en los niños y niñas carentes de cuidado parental (Nueva York, junio de 2019).
76 Ibid.